Hoy soy feliz. Después de meses de intensa lucha interior, por fin hoy pude vencer a mi demonio en una cálida y frágil batalla. Sé que aún viene la guerra. Sé que él siempre me ganó en todas las peleas. Pero hoy lo vencí y eso me da fuerzas para seguir luchando. Cada minuto me vuelvo más fuerte, y las cosas que ayer me doblaban las piernas son las que hoy me dan asco y repulsión. He abierto los ojos. Me he dado cuenta de mis grandes y torpes errores. Hoy sé que puedo.
Mon :)
3 comentarios:
em creo que te estas afectando k-ñon niña
ya dejalo
hector, hector, hector!!!!
no creas que le ganó todas las peleas porque a veces uno deja ganar a las personas que quiere
si los sueños nacen de las làgrimas, es necesario el dolor en el mundo para seguir soñando?
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