martes, 14 de junio de 2016

Carta a mi mejor amigo


Hola. Hace mucho que quiero decirte algo, pero temo que lo vayas a malinterpretar, porque toda la gente lo hace. Muchos no pueden entender que exista la amistad pura y llana entre un hombre y una mujer, sin ningún tipo de deseo o interés por ambas partes. Yo me pregunto: ¿acaso ellos sienten atracción por sus jefes, tíos, primos y hermanos? Bueno, pues así es la amistad entre un hombre y una mujer, tal como esas otras relaciones que tienen: se da y punto. No hay deseos ni pasiones escondidas, sólo hay cariño y respeto y amor, sí, pero amor fraternal.

Hace años tú y yo lo dijimos: "somos hermanos". Pero ahora me pregunto, ¿dónde quedó ese hermano? ¿Dónde está mi mejor amigo? ¿Cómo es posible que una amistad de 6, 7, 8 años se vaya de pronto al carajo? Y es que tal vez tú no te das cuenta, pero te has aislado.

Y no me malinterpretes, por favor: estoy muy feliz de que hayas encontrado al amor de tu vida. Sólo desearía que en el camino no estuvieras sacrificando nuestra amistad, esa que juramos mantener hasta el último día. Me alegra verte feliz, pleno, saliendo adelante. Sé que ella es una buena mujer y que es perfecta para ti, porque ha logrado impulsarte aún en tus momentos más oscuros, cuando ni nosotros podíamos sacarte del abismo. Ella saca lo mejor de ti, aunque tú no siempre haces lo mismo por ella. Ella da todo por ti, aunque tú aún no seas capaz de complacerla con tomar clases de baile, la única pasión que ella tiene que los dos no comparten.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Miedo


Tengo tanto miedo de lo que está por venir. ¿Qué pasará? ¿Cómo será mi vida en unas semanas? ¿Qué sucederá? Siempre soy buena viendo más allá, visualizando, soñando, ¿por qué ahora no puedo ver nada más? Es como si un muro se levantara a partir de esa fecha y todo quedará emborronado, con breves y fugaces haces de luz que me dejan ver que todo irá bien, ¿pero qué será?

Jamás había sentido tanto vértigo. Una montaña rusa interminable de emociones que me sube y me baja con la misma facilidad que una pluma de ave al viento. ¿Dónde iré a aterrizar? ¿Qué otras ráfagas vendrán? ¿Qué nuevas corrientes me arrastrarán?

Ingravidez. Siento que floto y giro y vuelo y caigo. No puedo agarrarme, no hay nada de dónde agarrarme, sólo estoy yo misma, con mis sueños, mis ilusiones y mis miedos; mis deseos, mis promesas y mis esperanzas. Sólo yo, sólo yo. ¿Será este un viaje de descubrimiento?

Sí, soy un explorador entrando al Amazonas hace tres siglos. ¿Qué secretos se ocultan entre sus ramas y raíces? ¿Qué tormentas llegarán de improviso para dar paso a arcoíris? ¿Qué paisajes me quitarán el aliento y me harán querer brincar desde lo alto de una catarata hasta el frescor de sus aguas cristalinas?

Yo, aventurera de libro, ahora salgo a la realidad a vivir mi vida, después de casi tres décadas de prisión. Es momento de tomar las riendas, de dejar los miedos, de empezar de cero si es necesario, pero empezar, porque para eso vinimos.

Remonta el vuelo pues, ave fénix, y renace a una nueva era, que esta es tu vida y ahora, más que nunca, tienes la pluma lista para mojarla en el tintero y escribir el mejor capítulo que se haya visto jamás.

Que mi vida empiece ahora. Estoy lista.