domingo, 8 de septiembre de 2013

¿Cómo puedes enamorarte...?

¿Cómo puede uno enamorarse de un país que jamás ha visitado? ¿Cómo es posible amar un platillo que jamás se ha probado? ¿Cómo idolatrar a una persona que nunca se ha conocido? ¿Cómo creer en algo que jamás ha sido visto? ¿Cómo es que los seres humanos amamos tanto lo que no conocemos, pero olvidamos el amor por las cosas que ya probamos?

¿Por qué resulta más fácil sentir por lo desconocido que por lo cotidiano? ¿Por qué se espera con más ansias una aurora boreal que un amanecer? ¿Por qué se cree que es más perfecto un beso bajo la lluvia que bajo el mismo techo? ¿Acaso se pierde o se gana algo tan sólo por la situación y no por los más puros sentimientos? ¿Es que no sigue siendo el cielo en su magnificencia, con los colores más bellos y vivos, el mismo aquí que en París o en Nueva Delhi?

¿Por qué? ¿Por qué insistimos en que nuestra vida no puede ser perfecta tal y como la conocemos, en el lugar donde nos encontramos y con la gente que ahora tenemos? ¿Por qué la inconformidad pareciera ser la bandera izada de todos los seres humanos?

Cuando miro al cielo en las noches de frío-verano-antes-de-invierno sólo puedo escuchar la melodía del silencio acompañada por el compás de los árboles meciéndose al viento... No, no hay ni habrá respuestas a mis preguntas, pero por lo menos aún tengo la paz que desde ayer siento.