martes, 26 de febrero de 2013
Desafío
Me siento perdida, totalmente frenada, y lo peor es que odio este sentimiento que hacía meses había logrado superar, acallar, dejar en el pasado. Ha regresado y con más fuerza que antes, haciéndome dudar hasta de mi reflejo en el espejo, que unas veces me habla y otras me miente, que me dice te odio con los ojos y te amo con la boca. ¿Qué debo hacer para creerme?
Sola, realmente estoy sola. No es el sentimiento de estar varado sin nadie a tu alrededor, sino la comprensión misma de que, al final de cuentas, somos almas que transcurrirán en una eternidad de soledad mientras se topan con otros en el trayecto.
Desesperanza, dudas, miedos... ¿pero a qué? Quisiera tan sólo entender esos gritos que calla mi pecho y así obtener las respuestas a estas tormentas que me agobian cada vez por más y más tiempo. Época de cambios, sí, y de muchas revelaciones, ¡pero no dicen cuándo llegarán las respuestas, ni cómo o dónde buscarlas! ¿Acaso creen que con hacer notar lo obvio uno puede armar el universo?
Enojo, eso es lo que más temo, sentir tanto coraje, y rabia, e intolerancia dentro de mí y no saber cómo detenerlo, erradicarlo por completo. Quiero encontrar mi punto de paz y equilibrio, pero el constante vaivén de las olas no deja de golpearme. ¿Acaso me mentí antes, cuando sentía que ya lo tenía todo? ¿O simplemente era un sueño y nuevamente he despertado?
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